lunes, 27 de enero de 2014

Vivencias de una ansiosa (escritos) : 10/07/2001


10/07/2001
A la mañana tuve vómitos continuos.
No vomité.

11/07/2001
Cuando entré a la escuela me empezó el dolor en la panza (*) cuando tuve una prueba. Después de la prueba se me fue el dolor, pero no podía hablar por tenía la garganta seca.
No pude comer en la escuela pero comí bien en casa.

(*) Desde que tengo uso de razón mis problemas pasaban por el estómago. Tenía un problema que no me dejaba tranquila y se me cerraba el estómago o me agarraba tanto dolor que no me llegaba a hacer bien la digestión. Mi punto débil es el: estómago seguramente para otras personas sea el dolor de cabeza, la espalda, la vista, la presión… en fin. Cuando uno está estresado el cuerpo te lo acusa de alguna manera.

12/07/2001
Cuando entré en la escuela empezó el dolor pero luego se me fue poco a poco.
No vomité. No comí en la escuela pero comí en mi casa.

13/07/2001
Me sentía un poco mal porque me tomaban una prueba. No vomité.

17/07/2001
No me volvio el dolor pero no me sentía con fuerzas ni ánimos. Estaba triste.

16/07/2001
Durante la escuela me sentía sin fuerzas. No pude comer en todo el día. 
Comí cuando llegué a casa. (*)

(*) Mi casa era el único lugar en dónde me sentía a salvo, por eso la ansiedad bajaba cuando regresaba a casa. Me empezaba a sentir un poco mejor. 

17/07/2001
Durante la escuela me sentía mal. No pude comer en todo el día porque mis amigas no me hablaban. Comí cuando llegué a casa. Estuve llorando toda la noche.

18/07/2001
Tenía dolor en el estómago y no quería ir a la escuela. En los recreos estuve con ellas (*) casi siempre yo me unía pero no me hablaban. No pude comer en la escuela.

(*) Al decir “ellas” me refería a mi grupo de amigas en el colegio.

19/07/2001 
Paro.
No hubo problemas. (*)

(*) Hubo paro escolar, por tal motivo no fui a clases. Y mi “no hubo problemas” significa que me sentí bien ese día en mi casa.

2/08/2001
En estos últimos días me siento bien, pero no me surgen ganas de salir o de llamar a alguien, no sé. Ayer tuve que llamar a una compañera de mi grupo para preguntarle cuando iban a reunirse para hacer la tarea. Se iban a reunir ayer pero como una chica no pudo, no se reunieron. Ni una de ellas fue capaz de llamarme, pero no me importó (*). Ahora espero que me llamen. 

(*) Obviamente que sí me importaba, de otra manera ni siquiera lo hubiera plasmado en el papel. Cuando las cosas son muy dolorosas para mí tiendo a decir qué no me importan o que las dejo pasar, cuando muchas veces no es verdad. Ahora intento ser más auténtica conmigo misma.

4/08/2001
Ellas al final no me llamaron y al final me enteré que el jueves salieron a ver Chiquititas y no me llamaron, pero no me importó.

13/08/2001
Hoy es lunes y no tengo ánimos de ir a la escuela, quiero faltar pero mi mamá no quería. Realmente me sentía mal pero no se lo dije.


La reunión...

En la escuela tuvimos la reunión de grupo que no me la esperaba. Tenía un presentimiento que la íbamos a tener y así fué. Cuando estábamos en clase, mandaron llamar las compañeras de mi grupo y subieron todas, luego me mandaron a llamar a mí. Todas ellas estaban sentadas juntas y yo me quedé un poco alejada de ellas y luego ellas me llamaron para que me una. Cuando empezó la reunión empezamos a hablar del tema que ellas me dejaban a un lado pero en defensa ellas decían que era yo la que me aislaba. Ese tema lo dejamos resuelto. Yo le dije a Carina llorando que me había dolido mucho cuando me dijo que no me quería como compañera. Les dije que no tenía papá y que los dolores que me hacía el estómago y a veces mis miedos para ir a otros lugares, eran causa de eso. Me dijeron que ellas eso (la muerte de mi papá) ya lo sabían y no sabían cómo preguntarlo, pero el tema de mis vómitos lo habían asociado a una enfermedad. Les dije llorando que no sabían, ni se imaginaban todo lo que yo había sufrido por ellas. 

Me aconsejaron...
La directora de estudio me dijo que tal vez yo no comía en los cumpleaños de ver a la cumpleañera bailando con su papá y saber que yo no lo tenía más. Me aconsejó que ese dolor tenía que sacarlo de a poco. La mayor parte de la reunión me la pasé llorando porque nombraba a mi papá. 

Finalmente…
Ese día me sentí más aliviada pero al día siguiente me volví a sentir mal de nuevo. Ese malestar me vuelve todos los días a la mañana apenas me levanto y yo no se lo cuento a mi mamá porque yo no quiero que se ponga triste. El problema no es que no se lo cuento a mi mamá a pesar de estar nerviosa por mí, se pone más nerviosa y a mi abuela le sube la presión (*). Cuando estoy realmente mal mal o muy desesperada trato de hablar con alguien. Yo sé que mi mamá y toda mi familia me cuida y trata siempre de alegrarme o me compra lo que me gusta de comer para que yo coma, aunque a veces todo eso que lo hacen con tanto amor no sirva. Estoy tan agradecida por lo que hacen por mi que yo trato de ser fuerte aunque no lo logro. Yo sé que estoy mejor que antes pero no entiendo porque ese dolor no me deja comer en la escuela. No sé qué hacer, ya bajé un kilo y no quiero bajar más de peso, porque me van a tener que internar si sigo así. No sé, ¿por qué soy tan débil y no puedo afrontar este problema que siempre me vence? Últimamente le tengo terror a la escuela, no quiero ir más, siempre que entro a ella me ataca el dolor. No quiero ir más pero sino ¿qué va a ser de mi futuro? Tengo que estudiar para salir adelante. 

Cómo desearía que la escuela se detuviera por un mes así yo podría estar mejor y tal vez pueda comer en la escuela. Yo sé que nadie me va a dar la razón para que falte a la escuela porque tengo que superarlo yo el problema pero me duele tanto y es tan difícil que nadie se imagina lo que sufro. 
Es posible que yo siempre exagere el problema pero no puedo entender ¿por qué tardo tanto en componerme? si yo estaba tan bien antes. Mi cambio fue de un día para el otro y no puedo entender ¿por qué es que tengo tanta angustia adentro? Yo sé que cuando estaba mal a veces no lo contaba pero cuando era chiquita lo extrañaba pero no sé si tanto. Tal vez como soy más grande se me hace muy difícil no tenerlo.

(*) Mi familia me apoyaba siempre que podía, motivo por el cuál tambien quería recuperarme pronto. Pero al tener tanto amor, eso me impedía que fuera totalmente sincera. A veces me sentía muy mal y lo ocultaba porque mi mamá se largaba a llorar y a sufrir por mí. Y para mí eso me daba más culpa, que aguantarme el dolor… por lo que no decía nada. Y poco a poco me fui callando y guardando mis palabras. 

Sólo mi libro y yo…
Pronto más...
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Besos literarios!

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